Ambos equipos son de utilidad en la medicina gracias a la posibilidad de mostrar el interior del cuerpo ante la necesidad de resolver una hipótesis diagnóstica.
En Imagenología hay múltiples modalidades de adquisición útiles en el diagnóstico y tratamiento durante la recuperación de la salud de los/as pacientes. La elección de las técnicas viene dada por aspectos económicos, técnicos y administrativos de acuerdo con la situación de cada paciente.
En el caso del resonador magnético (RMN), su principio de funcionamiento es el campo magnético superior al de la tierra y al uso de las radiofrecuencias que permiten acceder a estructuras anatómicas con un detalle sobresaliente.
Dado la complejidad de su funcionamiento y el fuerte ruido que emite durante su funcionamiento, el equipamiento de la sala debe ser aislado completamente para que no vaya a generar daños a las personas y a los computadores y objetos electrónicos presentes en las salas colindantes. Debe contar con estrictas medidas de seguridad antes del ingreso a la sala donde se encuentre en funcionamiento.
Los exámenes que pueden realizarse bajo el uso de este equipamiento utiliza medios de contrastes basados en gadolinio y es imprescindible el uso de bobinas por cada estructura a estudiar, tal como se observa en la imagen.
El tiempo de duración de este examen es mucho mayor con respecto al que utiliza el tomógrafo computarizado y en sus imágenes las diferencias radican en la demostración de estructuras blandas con mayor éxito.
Los efectos adversos de esta técnica son considerablemente menores con respecto a los de tomografía computarizada dado el principio de funcionamiento.
La tomografía computarizada (TAC) utiliza rayos X como principio de funcionamiento, por tanto, la necesidad de alterar la infraestructura incorporando blindaje construido de plomo para restringir la salida de la radiación ionizante es clave para proteger a los/as pacientes y funcionarios/as.
En los exámenes que se pueden realizar bajo esta modalidad, se utilizan medios de contrastes basados en yodo, en cantidades superiores a los utilizados en resonancia. Otra diferencia es que el TAC NO utiliza bobinas por cada estructura de estudio. Los tiempos de estudios son considerablemente menores permitiendo la obtención de una imagen con resolución capaz de obtener un diagnóstico, pero no superior a la resonancia.
Al utilizar radiación ionizante de tipo X su uso debe ser justificado en base a lo recomendado por la comisión internacional de protección radiológica.
El TAC, al no ser un imán gigante como el resonador, otorga mayores posibilidades de diagnóstico aquellos/as paciente con marcapasos que NO pueden, por este motivo, realizarse una resonancia magnética.
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